El día y el mes de San Valentín llegaron y es tiempo de celebrar a esa persona especial, a los amigos y a todos nuestros seres amados, con detalles pensados para cada uno.
Aunque en las ciudades modernas es casi imposible obviar la presencia de este festejo, pocas veces nos preguntamos a qué tiempo y espacio se remonta esa tradición en la que las rosas y los corazones flechados vuelven a estar de moda, así como las cenas y citas románticas.
Se ha documentado que fue en el siglo III, en Roma, cuando un sacerdote desafió las órdenes del emperador romano Claudio II, quien había prohibido el matrimonio a los varones jóvenes, ya que los solteros sin ataduras debían ser designados como soldados.
Este sacerdote fue precisamente quien un día pasaría a ser San Valentín. El religioso consideró que el decreto era injusto y en secreto celebraba matrimonios de jóvenes enamorados, hasta que habría sido martirizado un 14 de febrero.
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Este día es tradicionalmente occidental, pues su festejo se remonta a la Europa germánica, desde donde pasa a los Estados Unidos y de allí a gran parte del mundo, pero actualmente se ha extendido a otros países como China, Japón, Corea del Sur, Taiwán, entre otros.
Aunque cada país celebra a su modo, en El Salvador la fiesta consiste en un intercambio de regalos para celebrar la amistad, principalmente entre los miembros de grupos, oficinas, iglesias o familias, quienes juegan “amigo secreto”, donde ninguno se queda sin regalo.
En cuanto a los protagonistas de la fiesta, en las parejas de novios y matrimonios, también suele haber intercambio de regalos y tarjetas, además de rosas, peluches, dulces y chocolates que sirven para agrandar el detalle.
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Lo cierto es que todo el mes es considerado una buena excusa para agasajarse en pareja y celebrar a esas valiosas amistades, una época donde deben resaltarse los más nobles sentimientos y esas relaciones que hemos cultivado durante los demás meses.
Fuente: Revista VidaSana